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Porsche revoluciona la validación de sistemas ADAS con ayuda de smartphones

Porsche revoluciona la validación de sistemas ADAS con ayuda de smartphones

Una idea sencilla, pero explosivamente efectiva

Mientras muchas marcas automotrices todavía se quiebran la cabeza con complejos sistemas para validar sus asistentes de conducción, Porsche decidió salirse del molde. ¿Cómo? Pues nada menos que usando smartphones para chequear que sus sistemas ADAS (esos que te ayudan a no darte contra un poste) funcionen a la perfección.
Sí, brodi, como lo lees: en lugar de depender de enormes equipos de validación carísimos, ahora usan el mismo tipo de teléfono que tú cargas en el bolsillo para mejorar la seguridad en sus coches.

La jugada se centra en la aplicación ComBox, creada por Porsche Engineering, que transforma un simple teléfono en un inspector de señales de tráfico, semáforos, líneas de carretera y más. Esta app se conecta con el cerebro del coche y monitoriza en tiempo real todo lo que detecta el sistema de asistencia. Si ve algo raro, saca una foto, registra el dato y lo manda a un centro de análisis para pulir la tecnología.

¿Qué pasa exactamente en la prueba de ruta?

El sistema funciona así: tú vas manejando un coche de pruebas equipado con ComBox en el teléfono. El vehículo detecta una señal de tráfico, por ejemplo, un límite de velocidad de 50 km/h. Pero resulta que el smartphone, trabajando junto a un sistema de visión artificial de Peregrine.ai, ve algo distinto, como un límite de 70 km/h.
¡Bam! Ahí mismo, el teléfono registra la discrepancia, captura una imagen de la señal, y ordena al registrador de datos del coche que guarde toda la información sobre el momento exacto. Luego, toda esta data sube a la nube para que los ingenieros la analicen y optimicen los sistemas ADAS.

Más coches probando, más datos, mejores resultados

El truco aquí es simple pero muy poderoso: antes, hacer este tipo de validaciones era carísimo y lento. Cada coche de pruebas necesitaba equipamiento especializado, ingenieros a bordo revisando datos, y pruebas limitadas a ciertas zonas y horarios. Ahora, gracias a los smartphones, Porsche puede poner a muchos más coches en las calles recopilando datos constantemente y en situaciones reales de tráfico, lluvia, nieve o lo que sea que la madre naturaleza les lance.

Esto significa una base de datos muchísimo más rica, más variada y representativa del mundo real, lo que permite mejorar mucho más rápido los sistemas de asistencia. Además, como la app solo registra eventos relevantes, no se desperdicia espacio de almacenamiento en cosas irrelevantes, como cuando pasas cinco kilómetros de puro paisaje.

Más allá de las señales: el futuro de la validación

Y aquí no piensan quedarse quietos, no señor. Aunque el primer uso es para el reconocimiento de señales, Porsche planea expandir este sistema a otras áreas críticas: detección de cambios de carril, lectura de fases de semáforos y hasta identificación de baches y malas condiciones del asfalto.
Imagínate: el coche de pruebas detecta un bache en la vía, lo registra automáticamente y le avisa al sistema para que mejore su respuesta ante ese tipo de obstáculos en futuras actualizaciones.

La idea es construir una validación de ADAS que sea inteligente, adaptable y accesible, con posibilidad de corregir errores antes de que lleguen a los usuarios finales. Y eso, brodi, en un mundo donde los coches se vuelven cada vez más autónomos, es más necesario que nunca.

Un nuevo modelo para la industria automotriz

Esta movida de Porsche no solo los pone en ventaja frente a otras marcas en cuanto a validación de ADAS, sino que también lanza un mensaje muy fuerte a toda la industria: no hace falta gastar millones en soluciones hipertecnológicas cuando puedes usar lo que ya existe de manera inteligente.
Si otras marcas siguen este camino, podríamos ver una nueva generación de coches con asistentes de conducción mucho más seguros, eficientes y confiables, basados en datos reales y no solo en pruebas de laboratorio.