Prohibición de coches eléctricos en aparcamientos: ¿Peligro de incendio o medida exagerada?

La seguridad en los aparcamientos ha sido un tema de creciente preocupación en las últimas semanas, especialmente con la popularización de los coches eléctricos. En Madrid, una serie de incidentes ha puesto en el ojo del huracán la seguridad de estos vehículos en espacios cerrados. Las autoridades locales y varios expertos están debatiendo si las medidas propuestas para restringir el acceso de estos vehículos a ciertos aparcamientos son una respuesta razonable o una reacción excesiva. Estos debates se encienden especialmente después de un trágico incendio ocurrido en un garaje comunitario en Alcorcón, donde la pérdida de vidas humanas provocó alarma social y reavivó las tensiones sobre la seguridad de los coches eléctricos y sus baterías de litio.
El incendio en Alcorcón: Un punto de inflexión
El 2 de abril de 2025, un trágico incidente en un aparcamiento de Alcorcón, Madrid, dejó a dos bomberos muertos y a otros cuatro heridos mientras intentaban sofocar un incendio que comenzó en un coche. Inicialmente, se pensó que el vehículo implicado era eléctrico, lo que aumentó la preocupación sobre los riesgos inherentes a las baterías de litio utilizadas en estos autos. Sin embargo, más tarde se confirmó que el coche involucrado no era totalmente eléctrico, sino un híbrido enchufable. A pesar de esto, el hecho de que el incidente se haya producido en un aparcamiento cerrado y que la tecnología involucrada fuera una batería de litio ha reavivado el debate sobre la seguridad de los vehículos eléctricos en estos espacios.
El fenómeno conocido como «embalamiento térmico», que se produce cuando las baterías de litio alcanzan temperaturas extremadamente altas, está en el centro de estas preocupaciones. Las baterías pueden sobrecalentarse y seguir ardiendo incluso después de ser apagadas, lo que dificulta la extinción del fuego y aumenta el riesgo de que se reactive.
Restricciones en aparcamientos privados: Medida preventiva o reacción exagerada
Tras este trágico suceso, varios aparcamientos privados en Madrid han decidido tomar medidas preventivas, como la prohibición de los coches eléctricos en sus instalaciones. Uno de estos aparcamientos, situado entre las plazas de Jacinto Benavente y Tirso de Molina, colocó un cartel en el que se advertía de la prohibición de entrada para vehículos eléctricos debido a los riesgos de incendio asociados. Esta decisión ha generado un intenso debate, ya que muchas personas creen que se trata de una respuesta desmesurada a un incidente aislado.
Por un lado, quienes apoyan estas restricciones argumentan que los vehículos eléctricos, debido a la naturaleza de sus baterías, presentan un mayor riesgo de incendio en espacios cerrados, donde las dificultades para extinguir un fuego podrían ser mucho mayores. Además, el impacto de un incendio en un aparcamiento cerrado puede ser devastador, no solo en términos de daños materiales, sino también por el riesgo que representa para la seguridad de las personas en el lugar.
Por otro lado, los detractores de estas medidas consideran que los incidentes son excepcionales y que la prohibición de los coches eléctricos en aparcamientos no es una solución efectiva. Argumentan que esta decisión no solo es innecesaria, sino que también va en contra del objetivo más amplio de fomentar la transición hacia una movilidad más sostenible, como es el caso de los vehículos eléctricos.
Respuesta de las autoridades de Madrid
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha salido al paso de la polémica, indicando que no se tomarán medidas drásticas por el momento. Aunque se están investigando los incidentes para entender mejor sus causas y la frecuencia de estos sucesos, el gobierno municipal considera que aún no hay suficientes datos que justifiquen una prohibición generalizada de los coches eléctricos en los aparcamientos de la ciudad. De hecho, las autoridades insisten en que, aunque la seguridad es una prioridad, se debe encontrar un equilibrio que permita continuar con la promoción de los vehículos eléctricos sin poner en peligro la seguridad pública.
En lugar de imponer restricciones, se está evaluando la posibilidad de mejorar la infraestructura de los aparcamientos y dotarlos de sistemas de seguridad más avanzados. Las propuestas incluyen la instalación de sistemas de ventilación adecuados, así como la capacitación de los servicios de emergencia para manejar los riesgos específicos asociados con los incendios de coches eléctricos.
Los riesgos reales y las medidas de seguridad
A pesar de las preocupaciones generadas, los expertos en seguridad han enfatizado que los incendios en vehículos eléctricos, aunque potencialmente más complicados de manejar debido al comportamiento de las baterías de litio, no son necesariamente más comunes que en vehículos tradicionales. De hecho, las estadísticas indican que los coches eléctricos no representan una amenaza significativamente mayor que los vehículos de combustión interna en cuanto a incendios se refiere. Sin embargo, la naturaleza de los incendios en los vehículos eléctricos es distinta y requiere un enfoque especializado.
El «embalamiento térmico» puede hacer que las baterías alcancen temperaturas extremadamente altas, lo que dificulta la extinción del fuego. Este fenómeno puede hacer que el incendio se reavive incluso después de que se haya controlado. Por este motivo, los expertos sugieren que los aparcamientos y los servicios de emergencia deben estar mejor preparados para manejar este tipo de incidentes. Algunas de las medidas que se están considerando incluyen la instalación de sistemas de extinción de incendios más eficaces, la mejora de la ventilación en los aparcamientos y la formación especializada para los bomberos y otros servicios de emergencia.
El futuro de los coches eléctricos en Madrid
Mientras tanto, la transición hacia una mayor movilidad eléctrica continúa siendo una de las prioridades en muchas ciudades, incluidas Madrid. Sin embargo, esta transición debe ir acompañada de un enfoque integral en la seguridad de los aparcamientos y la infraestructura relacionada. Aunque las autoridades han descartado por el momento la prohibición generalizada de los vehículos eléctricos, no se descarta que en el futuro se implementen medidas adicionales para mejorar la seguridad, como la instalación de puntos de recarga más seguros y la inclusión de nuevas tecnologías en los aparcamientos para prevenir riesgos de incendio.
La situación en Madrid refleja un debate más amplio sobre cómo equilibrar la adopción de tecnologías más sostenibles con la seguridad pública. A medida que los coches eléctricos se convierten en una parte cada vez más importante del paisaje urbano, las autoridades deben encontrar formas de garantizar que esta transición no ponga en riesgo la seguridad de los ciudadanos.